*La aún jugadora imprimió un estilo de juego en Las Gloriosas del softbol veracruzano durante la primera temporada dorada de la Liga Mexicana de Softbol
Katya López Cedillo
Veracruz, Ver.- Desde las butacas una niña entrelaza sus pulgares y mueve los demás dedos de sus manos hacia atrás y hacia adelante, simulando el vuelo de un águila. Pronto, más pequeñas le acompañan y así se entrelaza una “parvada” de apoyo hacia el diamante corto. Ese es el instante que lo vale todo para Flor Imperial.
Se trata de la primera manager de Las Gloriosas de Veracruz, en la temporada inaugural de la Liga Mexicana de Softbol para mujeres.
“En Veracruz hay mucha asistencia de niños y niñas haciendo el saludo del águila y es lo más bonito que nos ha tocado ver, es una señal para todas nosotras porque hoy las vemos allá sentadas, pero en poco tiempo estarán acá jugando y lo que buscamos es que haya más niñas jugando en un futuro y ahora que tenemos esta Liga, las puertas se abre para ellas y sé que ellas que nos están siguiendo ahora, las que jugarán en un futuro”, comentó.
Para la ex timonel de la novena del Puerto, que emerge de la franquicia de la Liga Mexicana de Beisbol El Águila de Veracruz, llegó la oportunidad de dirigir un equipo profesional en la primera temporada de la LMS.
“De lo mejor que me ha pasado en la vida es ser parte de este equipo, ser parte de la historia del deporte de México, ser parte de la primera generación es la cosa más grande”.
Flor, quien jugó basquetbol, voleibol o incluso representó a Veracruz en la extinta Olimpiada Nacional (hoy Juegos Conade) en las pruebas de halterofilia, tiene como primer amor al softbol, que juega desde niña.
“Juego softbol desde los 7 años porque acompañaba a mi hermana mayor completando sus juegos, de allí nació el amor a este deporte y aunque he practicado a otros, el softbol siempre ha sido lo que más me apasiona”, comentó la ex jugadora, quien terminó su labor como timonel del equipo y en su lugar llega, desde Culiacán, Sinaloa Alan de Jesús Osuna.
En los primeros pulsos del equipo, Flor buscó imprimir su personalidad en el equipo.
“La gente está acostumbrada a ver peloteros que buscan la bola, se avientan, se barren, dan todo y eso lo seguirán viendo en el softbol porque las jugadoras son apasionadas, hacen grandes atrapadas y grandes jugadas. Este equipo es apasionado, entregado, juega con pimienta y sé que va a dejar una gran huella para las futuras generaciones”, agregó Imperial, quien se mantendrá ligada al diamante corto, pero sentó un precedente histórico para el softbol veracruzano.